El tema de la admisión temporaria de lanas, que motivó discusiones álgidas entre las gremiales, la industria, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), aún continúa en la mira de los productores, aunque del tema se hable cada vez menos en la prensa.

Recientemente en la Expo Prado 2024, Guzmán Silva, de Top Fray Marcos, dijo que “en determinados momentos, hay una confusión sobre cómo se utiliza (la admisión tempraria)” y explicó que “es una herramienta comercial, y aunque yo sea el que menos la usa en el país, la valoro muchísimo. Es una herramienta muy buena, no la critico, y aunque no la use, la considero excelente, por eso la aplaudo”.

El representante de la industria dijo que “muchas de las lanas que entran bajo este régimen ayudan comercialmente a sacar más volumen de la lana producida en Uruguay. Además, te permite competir en ciertos niveles de venta en el exterior”. En este sentido explicó que “las lanas uruguayas son excelentes, pero a veces un comprador en el exterior puede pedir una lana de menor calidad y pagarla menos. ¿Qué le vas a decir al productor? ¿Que vayamos por una lana de menor calidad? No, no podemos pedirle eso al productor uruguayo, entonces podés vender y así apostar por ese cliente, que mañana te puede pedir lana de mejor calidad. No podés dejar escapar una oportunidad comercial por situaciones como esa”.

Esta visión de la industria ha encontrado quienes la comparten y quienes no están de acuerdo. Al respecto, el Dr. Emilio Mangarelli, vicepresidente de la Federación Rural, dijo que “en realidad, las lanas de admisión temporaria que llegan al país son mejoradas con nuestras lanas” y si bien reconoció no estar “en contra de la admisión temporaria” remarcó su disconformidad con que “se pague más por lana de menor calidad en el extranjero que por nuestra lana en Uruguay”.

Al respecto señaló que las lanas del exterior, de menor calidad, se pagan mejor porque “las importaciones bajo el régimen de admisión temporaria no pagan impuestos”, por lo que dijo “hablemos claro, estamos de acuerdo en que se mueva la industria topista, pero que paguen lo que corresponde”.

Mangarelli indicó que “la industria lanera en Uruguay no está pasando por un buen momento debido a los altos costos de producción, como el costo del personal. Por eso, las industrias necesitan ese movimiento de traer lana sin impuestos, mejorarla y luego exportarla”.

El productor corriedalista reclamó ante la situación generada en los últimos años, principalmente con este rango de micronajes, donde “hemos tenido años en los que no recogían la lana, buena o mala, y luego ofrecían 50 centavos por ella”, pero remarcó que para las lanas traídas desde el exterior había un precio.

Mangarelli dijo que el posicionamiento de la Federación Rural es que “hay que revisar los impuestos, los mecanismos, y asegurarse de que funcionen para todos. También reclamamos beneficios fiscales para los productores y para la industria. Eso no es un subsidio, es justicia fiscal” indicó.