La comercialización del lote de lana de un establecimiento integrante del CRILU, alcanzando un valor superior a los 15 dólares, el día antes de la jornada de cierre del proyecto y la entrega de 32 reproductores por debajo de las 15 micras a los consorciados por parte de INIA, marcan gran parte de los objetivos que tenía un horizonte de producción, industrialización y comercialización de lanas menores a las 16 micras.
Dentro de los datos brindados el martes 21 de diciembre en la Unidad Glencoe de INIA, la majada del CRILU tiene una producción de 4,85 kilos de lana por animal (promedio) con un micronaje de 15,7 micras.
El Dr. Juan Pérez Jones, Presidente del CRILU, dijo que "está terminando esto que planificamos y acordamos conjuntamente con los productores consorciados y con el INIA, que es nuestro principal socio. Estamos llegando al fin, pero con mucha satisfacción y alegría de que hemos cumplido con los objetivos y con creces".
El productor indicó que "se analiza cambiar el nombre, el tema de ponerle ultrafino como que tiene que ser eso y no otro, y alguien que está con 22 micras y llega a 19 es un gran logro y es lo que nosotros proponíamos originalmente, ir afinando sin perder otras características, inclusive mejorando". Recordó que se logrado romper paradigmas respecto al afinamiento de las lanas, "no solo en no perder peso de cuerpo y de vellón, sino que aumentarlo".
Pérez Jones reconoció que "las lanas por debajo de las 18,5 micras son las más demandadas y que tienen un precio muy especial, y ni que hablar en las ultrafinas donde tenemos el lote de Rocha, un consorciado que hizo más de 15,6 dólares por kilo, que es algo muy bueno porque un productor de campos duros que no tiene alternativas de mejoramientos para hacer corderos pesados o tener mayor dotación de vacunos porque el campo es limitante, produce lanas de muy alto valor".
"Creo que hay muchos más desafíos" dijo el presidente del CRILU al ser consultado sobre el futuro del proyecto. El Dr. Juan Pérez Jones, dijo que la siguiente etapa "tiene que pasar por un recambio generacional en las directrices. Hay muchas cosas para hacer pero hay cosas que nos superan, por lo menos a los más veteranos, hasta la genética y la genómica llegamos lindo y ahora con lo todo lo que estamos viendo de certificaciones, bienestar animal, el tema de la biodiversidad en los campos, la eficiencia de conversión, gases de efecto invernadero, para todas esas cosas creo que tiene que venir muchachada joven, con mucho más conocimiento de esto y que sean ellos los que dirijan este emprendimiento".
Remarcó que ha quedado claro que INIA continuará acompañando el proyecto, "vamos a seguir como un consorcio sin fines de lucro, público-privado, y con la gobernanza conjunta". Destacó que "cada vez es más importante el tema de la capacitación, no solo de los consorciados, sino también de su personal de campo y transferencia que será un pata importante, por eso hemos mantenido una reunión con el SUL y vamos a tratar de tenerlo con nosotros".
Para 2022 dijo que se trabaja en un llamado público y abierto a quienes se quieran integrar al consorcio. "La idea es redimensionarlo, no solo porque vamos hacer un llamado público y abierto para que los productores se puedan asociar, sino también porque vamos a hacer alianzas, contratos, tercerizaciones, porque la producción en los establecimientos agropecuarios ya está cambiando muchísimo, los cambios son muy rápidos y tenemos que estar adecuados y hasta promover algunos cambios nosotros como lo hicimos en el Proyecto Merino Fino y en el CRILU".