En su último reporte quincenal, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima (IRI, Universidad de Columbia) mantuvo la presencia de un evento Niña leve, que persistiría hasta el verano austral. El fenómeno podría traducirse en lluvias por debajo de lo normal en el norte del país y temperaturas por encima de la media en gran parte del territorio.
Durante septiembre de 2025, las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial se mantuvieron en niveles ligeramente fríos, con un índice Niño 3.4 de –0,44 °C, lo que confirma la transición hacia una fase Niña débil. Según el Centro de Predicciones Climáticas (CPC) y el IRI, existe un 55% de probabilidad de que La Niña se mantenga hasta el trimestre diciembre–febrero (DEF) 2026, antes de regresar a una fase neutral entre enero y marzo.
El organismo advierte que esta configuración atmosférica suele generar escasez de lluvias en el Cono Sur, particularmente en norte y noreste de Uruguay, sur de Brasil y norte de Argentina, mientras que las zonas más australes podrían registrar precipitaciones cercanas a lo normal.
En el mapa probabilístico del IRI, Uruguay aparece con señal de lluvias levemente por debajo de lo normal entre noviembre y enero, con énfasis en los departamentos de Artigas, Rivera, Tacuarembó y Cerro Largo.
En cuanto a temperaturas, el pronóstico sugiere valores por encima de la media en gran parte de América del Sur, incluyendo Uruguay, con un escenario más cálido y seco en el norte del país. Para el litoral y el sur, la señal es más neutra, lo que indica posibles oscilaciones sin extremos marcados.
El informe también señala que el Índice del Dipolo del Océano Índico (IOD) se mantiene negativo, una condición que tiende a reforzar los efectos secos en Sudamérica. Por su parte, el Índice de Oscilación Decadal del Pacífico (PDO) continúa en valores negativos históricos (–2,38 en septiembre), lo que podría prolongar la influencia de la Niña en los próximos meses.
