Durante la última edición del Foro del Inale, Ana Pedemonte, responsable de información, especializada en generación de bases y análisis de datos del Inale, presentó los resultados comparativos de distintos sistemas de producción de leche en Uruguay.
En primer lugar, la experta hizo un repaso histórico de cómo cayó el número de productores lecheros entre 2015 (2.900) y 2024 (2.071) en Uruguay. Esto se dio porque los 666 nuevos productores que ingresaron al negocio fueron más que duplicados por la salida de 1.481 tamberos durante la última década. Este proceso se dio una caída importante de la superficie destinada a la lechería, sin embargo, la remisión de leche y el stock de vacas en ordeñe se mantuvo mayormente estable.
Pedemonte indicó que la baja del 28% en el número de remitentes en y concentración de la producción en Uruguay es un “fenómeno común” a otros productores de leche. Por ejemplo, los productores con más de 1 millón de litros anual son el 26% del total y son responsables del 73% de la producción de leche del país.
La ingeniera agrónoma mostró que en Uruguay hay un 40% de los tambos que viene perdiendo producción año tras año. No obstante, marcó como un punto positivo que el 72% de los productores están motivados a crecer. Estos son predios que tienen una carga (vaca masa/ha) de 1,3 a 1,6, y que tienen “altos niveles” de productividad.
Se acorta la brecha competitiva
Históricamente Uruguay se había diferenciado versus sus competidores por tener uno de los costos más bajo para producir leche. Sin embargo, esa brecha comenzó a cerrarse en los últimos años. Hace una década Uruguay tenía una distancia con EEUU del 13%; hoy es del orden del 7%. Como una opción para hacer frente a esta nueva coyuntura para producir leche en el país, Pedemonte presentó los datos de sistemas de producción de leche intensivos (tienen cargas de 1,4 a 2,3 VM/ha). “Hay una tendencia creciente en estos predios a un consumo mayor de pasto”, explicó. Estos tambos logran un costo de producción de leche de US$/lt 0,28 versus un promedio general de US$/lt 0,32.
La experta del Inale reconoció que estos sistemas de producción intensivos requieren de inversiones y una mejor gestión del pasto. También permiten pagar mejores salarios a sus trabajadores y reducir la huella ambiental de la producción.
