En 2019 la leche en polvo descremada (LPD) fue la vedette de los commodities lácteos.
¿En qué sentido?
Durante casi dos años, desde marzo de 2017 hasta diciembre de 2018, el precio permaneció prácticamente planchado entorno a los US$ 2.000 la tonelada. Durante 2019 se produjo un incremento sostenido, tanto a nivel de los principales productores mundiales (EEUU y la UE) como en el mercado internacional.
¿Por qué?
Varios factores convergieron para el incremento de precios. La demanda de LPD creció significativamente en mercados claves: China, Indonesia y Filipinas. También durante 2019 los saldos exportables fueron menos a los previstos y apenas superiores a los de 2018. Y un factor nada despreciable fue la disminución de los stocks tanto en EE.UU como en la Unión Europea.
Los stocks en el Programa de Intervención Pública de la Unión Europea (380 mil toneladas de LPD) venían presionando los precios a la baja. Pero desde fines de 2018 disminuyeron hasta principios de 2019. La mayor parte fue orientada a la alimentación animal, evitando presiones a la baja en el precio del mercado internacional de la LPD. Fuente: elaborado por INALE en base a “Dairy: World Markets and Trade” (USDA)