El 2019 no fue un mal año en materia de producción de leche para Uruguay con una remisión a planta que orilló los 2.000 millones de litros. Sin embargo, los tamberos uruguayos vieron menguados sus ingresos brutos medidos en dólares corrientes (sin descontar la inflación).
El año pasado, los productores facturaron US$ 594 millones por los 1.976 millones de litros que produjeron durante ese ejercicio (baja anual de 4%), un monto que implicó una caída de US$ 66 millones (-10%) respecto a los US$ 660 millones del 2018. También estuvo por debajo de los US$ 652 millones del año 2017, pero fue superior a 2015 (US$ 582 millones) y 2016 (506 millones), dos años duros para la fase primaria.
El factor determinante para este descenso en los ingresos brutos en dólares fue el precio por litro de leche que percibieron los tambos. Mientras que en 2018 el promedio se ubicó en US$ 0,32 por litro, el año pasado se produjo una baja de dos centavos (a US$ 0,30 por litro en promedio). Esto se dio por la fuerte suba que tuvo el tipo de cambio (15%) el año pasado. Si bien las industrias aumentaron el pago en pesos durante varios meses del pasado ejercicio, ello no fue suficiente para acompasar la depreciación que registro la moneda uruguaya el año pasado.