Suiza, conocida como la tierra de los quesos y el país con el valor más alto de la leche en tambo a nivel mundial, se enfrenta a un debate sobre el futuro de su sector lácteo, ya que las previsiones indican que este año el país podría convertirse en un importador neto de quesos. Según informa Mirco De Vincenzi del portal Clal.it, el país importará más quesos del que exportará.
De acuerdo con la publicación italiana, Boris Beuret, presidente de Swissmilk, fue quien colocó en el debate esta temática y el rumbo que tomará la industria láctea suiza, en una entrevista con el diario Le Temps.
En los primeros cinco meses de 2023, las exportaciones de productos lácteos suizos han disminuido 3,1% en comparación con el año anterior, siendo los quesos los más afectados con una caída del 3,6%. Por el contrario, las importaciones de productos lácteos han experimentado un aumento del 2,6% en cantidad y del 15,6% en valor durante el mismo período. Estos datos demuestran que incluso el incremento de los precios unitarios, en parte impulsados por la inflación, no ha desalentado las compras en el extranjero.
Italia, el principal exportador de queso a Suiza, ha sabido aprovechar esta oportunidad, especialmente en el segmento de quesos frescos y rallados o en polvo. Aprovechando la pasión de los suizos por el consumo de queso (22,9 kg per cápita en 2022, frente a una media de 20,96 kg en la UE), Italia ha logrado incrementar sus volúmenes de exportación, dada la cercanía geográfica y los altos ingresos de las familias suizas.
Estos cambios en el mercado plantean importantes interrogantes para el sector quesero suizo. Si bien Suiza continúa siendo reconocida por la calidad de sus quesos y por tener uno de los precios promedio más altos de la leche en tambo a nivel mundial, es necesario evaluar las estrategias a seguir para mantener la producción y la competitividad en un entorno cada vez más globalizado.