El primer trimestre del año cierra con un gusto agridulce para los tamberos, ya que la firmeza que muestra el mercado internacional de los lácteos todavía no llega a los productores para acompasar la suba de costos de producción, según esta puesta a punto publicada en La Lechera de abril.
Tomando como base el fuerte crecimiento de la remisión, de 10,3%, que tuvo Conaprole en marzo, la remisión a plantas industriales culminará el período enero-marzo en un eje de 450 millones litros, con un avance del 7,3% respecto a igual período del año pasado. De esta manera, se confirma la firmeza en el crecimiento de la fase primaria de la cadena tras un año récord en materia de producción como fue 2020.
Asumiendo un valor promedio por litro de leche para marzo de US$ 0,31 (por debajo de los US$ 0,32 por litro de febrero), los ingresos brutos en dólares corrientes de los tambos en enero-marzo sumaron US$ 141,8 millones, una mejora de unos US$ 12 millones respecto a los US$ 129,9 millones de igual período del año pasado.
El crecimiento en los ingresos de los tamberos este año se dio básicamente por la mayor producción de leche, ya que el precio en dólares corrientes trimestre enero-marzo fue el mismo: US$ 0,31 por litro.
De todos modos, ese dato de mayor ingreso bruto no alcanza a superar los US$ 148 millones del trimestre enero-marzo de 2018, y está bastante por debajo de los US$ 190 millones que llegaron a percibirse en 2014.
Cae el poder de compra
La preocupación por márgenes cada vez más ajustados para la rentabilidad de los tamberos quedó de manifestó en la última actualización del Poder de Compra de la leche que divulgó al Inale a febrero. Ese mes el índice cerró con un valor de 75, guarismo que está 25% por debajo año base marzo de 2014=100. Si bien el indicador se elevó 2% respecto a enero producto de la mejora en el precio de la leche al productor (3%), lo costos lo hicieron en 2%.
De esta forma, el poder de compra de la leche cerró febrero 5% por debajo de igual mes del año pasado (79). Esto se debe a que durante el último año el precio al productor se elevó 15%, pero el índice de costos lo hizo 21%. Las categorías que mostraron la mayor incidencia en esta variable fueron concentrados, semillas y fertilizantes, según el Inale.
Un factor que también afectó a los tamberos en el arranque del año fue la fuerte valorización que tuvo el tipo de cambio. Al cierre de marzo el dólar se había apreciado 4,3% frente al peso uruguayo. En abril la tendencia alcista del billete verde perdía fuerza. La mediana de respuestas de la encuesta del BCU de marzo prevé que el tipo de cambio cierre el año a $ 45,5 frente a los $ 44,8 de enero. Eso implicaría una suba de 7,4% respecto a los valores de cierre de 2020, muy alineada a la previsión de una inflación de 7,1% para el cierre de este año, que también estimaron los analistas.
Crece la morosidad de la industria
La cadena láctea (industria y tambos) tenía al cierre de febrero créditos con el sistema financiero uruguayo por US$ 440,5 millones (versus los US$ 434 millones de igual mes del año pasado).
De ese monto, US$ 35,6 millones estaban vencidos (8,1%), lo que implica cierto deterioro respecto a los US$ 26,2 millones de igual mes del año pasado (6% del total), según se desprende de los últimos datos que publicó al Banco Central del Uruguay (BCU).
En el caso de la fase primaria (tambos), tenían un pasivo con los bancos por US$ 243,2 millones, de los cuales US$ 13,5 millones (5,5% del total) estaban en mora. Respecto a igual mes del año, los tamberos han reducido su endeudamiento en unos US$ 13 millones. La tasa de morosidad no ha mostrado grandes fluctuaciones y se mantenido sobre un promedio del 4,7% durante el último año móvil.
En la industria la situación es la opuesta. La deuda creció en unos US$ 20 millones en febrero respecto al año pasado, a US$ 197,4 millones. De ese monto, los créditos vencidos sumaban US$ 22,1 millones (11,2% del total). Un año atrás el porcentaje de préstamos en esa condición de las industrias lácteas uruguayas era de 7,2%. Así, el deterioro en la cartera de créditos de la cadena láctea con el sistema bancario en su conjunto se explica mayormente por las industrias en lo que va de este año.