El Departamento de Agricultura de Estados Unidos actualizó a principios de mes sus proyecciones de producción, consumo y comercio de lácteos de algunos de los jugadores más relevantes del mercado internacional, entre ellos Nueva Zelanda y la Unión Europea como exportadores y China como importador.
Nueva Zelanda y la Unión Europea (UE) mantienen una tendencia en común, que es un rodeo en declive. En el caso neozelandés, lo compensa con una mayor productividad, pero no sucede lo mismo con la producción en la UE.
“Las restricciones ambientales de la UE y los costos elevados de los insumos están deprimiendo la producción de leche en los 27 estados miembros, dijo la oficina del USDA en Varsovia. “Además, el aumento de la productividad ya no puede compensar la disminución del rebaño. Como resultado, la producción de leche de vaca de la UE27 se ha reducido desde 2021 y se pronostica en 143,9 millones de toneladas métricas (TM) para 2023, 0,55 % menos que en 2022”.
En Nueva Zelanda, en cambio, el pronóstico de producción de leche para 2023 fue elevado a 21,5 millones de toneladas métricas (MMT) como resultado de las condiciones favorables para el desarrollo de las pasturas y la elevada producción de leche durante los primeros cuatro meses de 2023. La expectativa es que en el global del año la producción de leche aumente 2% respecto a 2022, a pesar de que el rodeo lechero en el país es el menor desde 2016 con 4,84 millones de cabezas. “El rodeo sigue contrayéndose desde el pico alcanzado en 2015”, dijo la oficina del USDA en Wellington.
El consumo interno de productos lácteos frescos y procesados en Nueva Zelanda sigue representando una pequeña porción de la leche producida, menos del 5%. Los procesadores del país siguen muy enfocados en las exportaciones globales a mercados nuevos y existentes. China sigue siendo el mayor consumidor de leche entera en polvo de Nueva Zelanda (WMP), representando en promedio el 40%. Sin embargo, el procesamiento durante los últimos 12 meses disminuyó, a la vez que creció el de otros productos básicos y de mayor valor agregado como queso, mantequilla, concentrados de proteína, fórmula infantil, grasa láctea anhidra y leche descremada en polvo. Este cambio en la composición de las exportaciones globales continúa en 2023 y, como resultado, FAS/Wellington ha revisado sus pronósticos para 2023.
La oficina del USDA en Nueva Zelanda dice que los altos precios pagados por la leche al productor “fomentan el aumento del uso de alimentos complementarios importados. La temporada pasada, con precios al productor récord, el país importó la mayor cantidad de alimentos, la mayoría destinados al sector lácteo”.
Para el ejercicio 2023/24, que comienza en julio, la mayor producción redujo la expectativa de precio. “El procesador más grande de Nueva Zelanda bajó su pronóstico a fines de mayo de 2023 a un rango de NZ$ 7,25 a NZ$ 8,75 (US$ 4,57 a US$ 5,51) por kilo de sólidos, con un valor medio esperado de NZ$ 8,00 (US$ 5,04)”. Agregó que esta menor cotización, sumado al aumento de los costos de los insumos agrícolas debido a la inflación y las tasas de interés, “podría afectar la producción nacional de leche y la disposición de los agricultores a comprar alimentos importados”. Sin embargo, dado que los precios aún se mantienen relativamente altos, “durante los primeros cuatro meses de 2023, las importaciones de alimentos en Nueva Zelanda están solo 4% por debajo del año anterior”.
Producción de leche en polvo entera crecería 4% anual
La oficina del USDA en Wellington revisó a la baja la producción de leche en polvo entera (WMP) por parte de Nueva Zelanda a 1,45 millones de toneladas (MMT) como resultado de una producción e importaciones inferiores a las esperadas durante el comienzo del año. De todas formas, el pronóstico supera en 4% al volumen producido en 2022, cuando la producción de WMP cayó al nivel más bajo desde 2017.
Las exportaciones también se pronostican en 1,45 MMT. Durante los primeros cuatro meses de 2023, los volúmenes de exportación a los mercados globales tienen una evolución similar a la de 2022, pero las exportaciones al mayor consumidor, China, ya habían disminuido 13%.
El comentario de los principales procesadores de lácteos es que, con precios más altos para otros productos básicos, se están experimentando mayores retornos que con la WMP. Como resultado, se destina más leche a la elaboración de otros productos, entre ellos leche en polvo descremada. Esto no quita que la WMP siga siendo poco más de la mitad de la leche procesada para uso industrial en Nueva Zelanda.
La UE ya no puede compensar con más productividad
A principios de 2023, el rebaño europeo de vacas lecheras ascendía a poco más de 20 millones de cabezas, una caída anual de 0,6%. Esta disminución ha predominado durante varios años y se espera que continúe a lo largo de 2023, ya que los precios de la leche en los tambos europeos bajaron desde principios de año, lo que desalienta la expansión del rodeo, dijo la oficina del USDA en Varsovia.
“Los bajos precios en los tambos, combinados con el aumento de los costos de producción, el escaso recambio generacional, los límites en el desarrollo de los predios y las regulaciones ambientales y de bienestar animal más estrictas de la UE también están conduciendo a una caída del rodeo”, dijo el USDA.
Hasta el momento, la caída en la cantidad de vacas fue compensada con un aumento de la productividad. “Sin embargo, a partir de 2021, las entregas de leche de vaca de la UE han tenido una tendencia a la baja, y se prevé que alcancen las 143.900 toneladas métricas (TM) en 2023, 0,55% menos que en 2022. La grave sequía del año pasado afectó negativamente a la producción de leche y puede volver a afectar a varios de los principales estados miembros productores de leche en 2023”, agregó.
Se prevé que el consumo interno de leche líquida en 2023 mantenga la tendencia de baja que se da desde 2020, cuando la pandemia impulsó el consumo de leche fluida. Hay una competencia de la leche de origen vegetal, que se estimó en 2022 fue el 11% del mercado total de la leche.
El queso sigue siendo el producto lácteo preferido por la industria láctea de la UE, sostenido en un sólido consumo interno de este producto. En 2023, se espera que la producción de queso aumente 0,67% y ascienda a 10,45 millones de toneladas, a pesar de la disminución de la remisión de leche.
El USDA dice que la producción de queso debería verse favorecida sobre otros productos lácteos, ya que su precio es más estable y los precios de la mantequilla alcanzaron su punto máximo en 2022. Además, el aumento del consumo respalda la producción de queso, con algunos consumidores dispuestos a pagar más por productos de alta gama.