En entrevista con La Lechera, Federico Di Santi, principal del Escritorio DSR, habló sobre la coyuntura actual del mercado de ganado lechero, las perspectivas para la zafra de primavera, el negocio de exportación de terneras a China y la coyuntural general de los tambos.
Da la sensación de que los primeros remates adelantados de la zafra de primavera muestran firmeza en los valores del ganado lechero. ¿Qué balance puede hacer hasta ahora?
Estamos con un clima que, hasta ahora, ha venido acompañando; eso es clave. Creo que vamos a tener una comercialización de ganado lechero de primavera razonable, con valores muy similares a los que se vieron en otoño. No con grandes volúmenes de venta, pero sí con agilidad y precios muy similares a los que vimos en otoño, siempre y cuando el clima siga acompañando. Las actividades que hicimos hasta el momento funcionaron muy bien, con altos niveles de colocación y buenos valores. Todo apunta a que la zafra va a continuar por estos carriles.
¿Qué valores se maneja para una vaquillona próxima? ¿Se puede hablar de una franja de US$ 1.200 a 1.500 y de US$ 500 a US$ 700 para las piezas de cría?
Es un rango razonable para vaquillonas buenas, SH, Generación y con información. Esa categoría se negocia sobre US$ 1.300-1.500, según los plazos que se otorguen. Las vaquillonas más generales, de buen tamaño y estado, se pueden negociar en una franja de US$ 1.100 a US$ 1.300. Después puede haber algún ganado de cola que se pueda negociar algo por debajo de esos valores.
Las piezas de cría se han negociado entre los US$ 500 y los US$ 750.
Y para los ganados más jóvenes, terneras y vaquillonas, ¿cómo está el mercado?
Los ganados jóvenes dependen exclusivamente de lo que es la exportación a China. Los ganados que tienen posibilidad de ser exportados tienen un valor y los que no, tienen otro totalmente distinto. Los ganados que hemos vendido en remates —que no son exportables a China— por debajo de 200 kg se negocian entre US$ 1,70 a 1,80 por kg como referencia. Después, los ganados más pesados valen un poco menos. Ahí hablamos de valores para vaquillonas para entorar entre US$ 450 y US$ 550, dependiendo del plazo y si tienen algún registro. En tanto, las terneras de sobreaño cotizan en el eje de US$ 350 por cabeza.
¿Qué perspectiva hay para el negocio de exportación en pie? ¿Hay algún negocio nuevo pactado para los próximos meses a China?
Con respecto al Holando, está bastante más tranquilo que lo que se vio en los primeros meses del año. Los valores de las terneras Holando fueron creciendo mucho y eso, como siempre pasa, hace que llegue el momento en que la comercialización se enlentezca porque el ganado se encarece. Hoy estamos frente a un momento cuando no hay una agilidad muy grande para la comercialización. No tenemos importadores que estén comprando grandes volúmenes de terneras. Pienso que esta coyuntura se va a mantener así, por lo menos, hasta fin de año. Este último trimestre del año va a ser más tranquilo para la ternera de exportación.
¿Para 2022 es muy prematuro para hablar de negocios?
Tengo la expectativa de que sí van a haber negocios, pero como dices todavía estamos un poco lejos de fin año para afirmarlo. Tengo la expectativa de que el año próximo se van a concretar negocios de exportación en pie. Pero, seguramente haya que manejar otros valores para poder seguir vendiendo.
¿Habrá más liquidaciones de tambos esta primavera o se puede moderar un poco esta tendencia? Hoy hay otra perspectiva para la actividad.
Como siempre suelo decir, las liquidaciones de tambos se dan en forma permanente e independientemente del contexto, ya sea bueno o malo. Evidentemente, hay momentos cuando esas liquidaciones se hacen más frecuentes. Algunos tambos se van a liquidar, aunque creo que la zafra más proclive siempre para tambos importante es el otoño. Durante la primavera se ve alguna liquidación, pero es más chica.
En nuestro caso, ya tenemos una liquidación pactada para el otoño de 2022. Siempre hay alguien que se retira por alguna razón de la actividad lechera. Por suerte, las liquidaciones que se vienen dando y las que se van a hacer en el corto plazo han sido y van a seguir siendo absorbidos por otros tamberos. O sea, los ganados que dejan de producir en un establecimiento se van a producir a otro. Y no son ganados, como se vio en el pasado, que terminan en los frigoríficos. Aperturas de nuevos tambos se ven muy pocas. Lo que más se ve es la ampliación de los tambos, un fenómeno que se viene dando ya desde hace mucho tiempo y que es global.