Minerva presentó un recurso ante el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) contra la aprobación de la fusión entre Marfrig y BRF. La compañía alega que la operación fue aprobada de forma simplificada por la Superintendencia General del organismo, cuando debería haber sido evaluada por el Tribunal del CADE debido a sus posibles efectos anticompetitivos.
Según informó el portal Brazil Journal, Minerva argumenta que la fusión puede afectar el equilibrio competitivo del mercado, ya que Marfrig, además de pasar a controlar BRF —una de las mayores procesadoras de alimentos del país—, es también uno de los mayores frigoríficos de carne vacuna. A su juicio, la integración vertical resultante le daría a Marfrig un poder significativo sobre la oferta de carne bovina para la industria de alimentos procesados, generando una ventaja que otros competidores no podrían replicar. Según Minerva, la fusión que crearía “MBRF” generaría una concentración excesiva en los segmentos de albóndigas, hamburguesas y kibbeh, además de ampliar el poder adquisitivo y el portafolio de la nueva empresa, que ahora incluiría 37 marcas.
En su análisis original, la Superintendencia del CADE consideró que ambas empresas continuarían operando de forma independiente y no integrarían sus actividades productivas o comerciales, por lo que aprobó la operación sin restricciones a fines de mayo. Marfrig había alcanzado más del 50% del capital social de BRF, consolidándose como su accionista controlador.
Otro motivo de preocupación es Salic, un fondo saudí con una participación del 24,5% en Minerva y que, tras la fusión, también tendría una participación del 10,6% en MBRF. Minerva teme que los miembros de la Junta Directiva nombrados por el fondo público del país puedan favorecer el intercambio de información estratégica y afectar la rivalidad en el segmento. Aunque Minerva está controlada por el holding familiar Vilela de Queiroz, que posee el 29% de la empresa, Salic forma parte del bloque controlador y participa activamente en las decisiones estratégicas. Tres de los 10 miembros del Consejo de Administración de Minerva son nombrados por Salic, que también designa a miembros de los comités internos y tiene acceso a información confidencial de la empresa.
Ahora será uno de los consejeros del Tribunal del CADE quien evaluará el recurso de Minerva y decidirá si acepta reabrir el análisis o ratifica la aprobación concedida.