Eclipsada por la pandemia del coronavirus que afecta a los humanos, la peste porcina africana (PPA) ha seguido avanzando desde el oriente al occidente sin que se pueda llegar a una vacuna y generando una profunda preocupación por la oferta futura de carnes rojas.
La semana pasada se registró el primer caso de un jabalí muerto por PPA en Alemania; en esta se agregaron seis más a la cuenta. Todos los casos se dieron en la región de Brandemburgo, próximo a la frontera con Polonia. En este último país van más de 3.100 jabalíes salvajes muertos por este virus solamente en lo que va de este año.
Los estragos que el mal causó en China fueron el principal factor que impulsó fuertemente al alza los precios de la proteína animal en 2019. China es el principal productor y consumidor mundial de carne de cerdo. Pero que avance hacia Europa es tan o más preocupante. La Unión Europea es el segundo principal productor mundial de carne de cerdo y el principal exportador. Y dentro de este grupo de países, Alemania es el principal productor y uno de los grandes exportadores.
Muchos países, incluyendo China, Corea del Sur, Argentina y Brasil, prohibieron el ingreso de carne de cerdo proveniente de toda Alemania luego del primer caso de la semana pasada. Los intentos europeos de regionalizar el país y prohibir solamente las carnes de las regiones afectadas fueron en vano. Incluso en China, con la gran necesidad de importación que tiene.
De cerca de 11 millones de toneladas de carne de cerdo que se comercializan internacionalmente, 4,1 millones salen de la UE. Por supuesto, Alemania no es la UE, pero es el principal país de la unión y clave en la producción de cerdo.
Los orígenes alternativos a Europa están con precios al alza para la carne de cerdo, tanto Estados Unidos como Brasil. La lógica indica que de extenderse el mal en Europa (por el momento no llegó a granjas de producción en Alemania, solo afectó animales salvajes) todo el complejo de las carnes rojas se verá impactado al alza.
Hay que seguir con mucha atención la situación, dado que es un factor con un potencial alcista importante en el mercado mundial de las carnes rojas.
