La ganadería de carne por concepto de ventas finales (a frigorífico y exportación de ganado en pie) facturó unos US$ 2.450 millones en el ejercicio 2022/23, uso US$ 900 millones menos (-27%) que en el anterior, cuando se facturó un récord de US$ 3.340 millones.

El descenso se da por la combinación de un menor volumen vendido y un valor medio de venta en baja. El envío de vacunos a faena en 2022/23 sumó 2,16 millones de cabezas, 591 mil menos que en 2021/22, con una producción de carne que se contrajo 19% anual a 557 mil toneladas carcasa. El valor medio de venta de vacunos a faena fue de US$ 1.067 por cabeza, 8% menos que en 2021/22.

Además, la exportación en pie recaudó US$ 146 millones, con una caída anual de 13%.

Más allá de la fuerte corrección de la facturación, de todas maneras se trata de la segunda más alta de la serie, superando en unos US$ 280 millones a la de 2020/21 y en US$ 450 millones a la del ejercicio anterior, cuando se habían faenado menos de 2 millones de vacunos.

Debido a la valorización del tipo de cambio, la caída de la facturación es más acentuada expresada en la moneda local. En pesos constantes la baja anual es de 36%.