La baja del precio del gordo en las últimas semanas no ha sido acompañada por el precio de la reposición, por lo que la relación de reposición (precio del kilo de ternero/precio del kilo de novillo a faena) subió a máximos desde abril de 2020, cuando los primeros casos de Covid-19 en el país redujeron a un mínimo la demanda desde la industria frigorífica.
De acuerdo con las referencias de la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG), la relación de reposición subió a 1,365 esta semana, lo que significa que el precio del kilo de ternero es 36,5% más caro que el del novillo gordo en pie. La referencia del novillo bajó esta semana a US$ 1,79 el kilo en pie, en tanto que la del ternero subió a US$ 2,41.
Durante 2021/22 (jul-jun), con los históricamente altos precios del gordo, la relación de reposición se recostó muy próximo a niveles de 1-1. Eso comenzó a quedar atrás al comienzo del segundo semestre del año pasado, cuando se produjo el fuerte ajuste en los precios del gordo, que no se trasladó enteramente a los de la reposición.
En los dos últimos meses el novillo gordo volvió a bajar fuerte. La referencia de la ACG para el novillo de exportación bajó de US$ 4,30 el kilo carcasa a fines de abril a US$ 3,73 esta semana, una caída de 13%. Mientras tanto, el precio del ternero pasó de US$ 2,51 el kilo en pie a US$ 2,43, perdiendo solo 3%.
Da la impresión de que los productores consideran que las significativas bajas en los precios de los animales a faena es una coyuntura que quedará de lado relativamente rápido, lo cual permite que se mantenga firme la demanda por reposición.
A su vez, los pronósticos de Año Niño, que implican mayores probabilidades de lluvias por encima del promedio en la primavera, generan la expectativa de que la situación forrajera se recomponga.
Además, la exportación en pie está jugando un papel más relevante este año, lo que ayuda a establecer un piso relativamente elevado para los precios de los terneros.