“La vaca buena y pesada está muy pedida por la industria. En la vaquillona se nota un mercado más lento por poca venta en el mercado interno; eso es lo que transmiten”, dijo a Informe Tardáguila el consignatario Juan Vera. El operador manejó negocios por vacas especiales sobre un eje de US$ 3,70-3,80 por kg a la carne, y otro rango de negocios entre US$ 3,50-3,70 para carcasas más livianas. Por su parte, los novillos de verdeos especiales se sostienen en un rango de US$ 3,90-4,00 por kg, aunque se nota una demanda algo inferior por aquellas plantas que están abocadas a la faena de cuota.
Vera indicó que en el caso de las vaquillonas de verdeos los valores son muy parecidos a los de las vacas (US$ 3,80-3,83 por kg), mientras que las de corral se colocan sobre un eje de US$ 3,95-4,00. Por su parte, hace una semana atrás cerró un negocio por novillo de corral a US$ 4,15 por kg. “Hoy no tengo claro si se consigue ese precio”, reconoció. Las entradas a las plantas están entre una semana y 10 días, con algo más de agilidad para el ingreso de vacas, señaló. También destacó un “demanda firme” para ovinos adultos con destino a faena, siempre para carcasas de menos de 24 kg.
Sobre la reposición, el director de Juan Vera SRL Negocios Rurales destacó que hoy “hay más pedidos que ofertas”, incluso por categorías como vaquillonas o vientres preñados, algo “atípico”. Asimismo, el intermediario destacó una actividad interesante de la exportación en pie para vientres, y vaquillonas (Angus o Hereford definidas) o preñadas con hasta 5 meses de gestación. Los vientres preñados se negocian sobre un eje de US$ 800-850, según ubicación, y clase del ganado. En tanto, las terneras Angus y Hereford están con una base de US$ 2,10 por kg en pie para animales de hasta 200 kg. En el caso de los machos enteros, la referencia para un kilaje de unos 180 kg es de US$ 2,50, y se obtienen valores superiores o inferiores dependiendo del peso.
Finalmente, sobre la condición forrajera en la zona sur, tras un magro desempeño de lluvias la última semana, Vera indicó que los campos lentamente comienzan a “pintarse de verde, pero todavía no tienen el volumen suficiente de comida”. Acotó que los fríos de estos días pueden dilatar un poco más esa recuperación forrajera y respuesta de los verdeos.