“La ganadería uruguaya ha evolucionado favorablemente, pero es momento de afinar detalles para asegurar un margen de negocio óptimo”. La Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC) ha desempeñado un rol crucial en la búsqueda de mejoras productivas y económicas en la industria ganadera uruguaya. Ayer jueves celebró su 24ª Jornada anual, en el predio de la Asociación Rural Exposición Feria de Paysandú (AREFP), donde se puso de manifiesto la necesidad de realizar ajustes finos para optimizar el margen del negocio y asegurar un futuro sostenible para la ganadería uruguaya.
Bajo la dirección del ingeniero agrónomo Álvaro Simeone, la UPIC ha cumplido un cuarto de siglo de existencia, durante el cual la ganadería del país ha experimentado un crecimiento positivo en términos productivos. Según Simeone, "cuando se hace el cierre de carpeta de la Estancia Uruguay (es decir todo el país), vemos que la producción total de carne expresada como kilo de peso vivo por hectárea del ciclo completo pasó de 50 kg/ha a 90 kg/ha". Este incremento no solo se ha traducido en cifras cuantitativas, como el aumento del 30% en la faena de novillos en las últimas dos décadas, sino también en mejoras cualitativas en la producción.
En un período en el que la superficie de pastoreo ganadero ha disminuido, pasando de casi 16 millones de hectáreas en la década de los 90 a alrededor de 14 millones en la actualidad, y donde las pasturas sembradas y mejoradas se mantienen relativamente estables, surge una pregunta intrigante: ¿cómo ha sido posible mantener y mejorar la producción ganadera en estas circunstancias? Para Simeone y su equipo, la respuesta parece residir en la adopción de prácticas de alimentación a corral. De hecho, “cerca del 30% de los novillos faenados actualmente provienen de corrales de engorde”.
La alimentación a corral, junto con la incorporación de alimentos concentrados a través de la suplementación, ha sido un factor determinante en la evolución de la ganadería uruguaya en las últimas tres décadas. Sin embargo, para seguir avanzando y asegurar un futuro sostenible, es necesario entrar en una fase de ajuste nutricional. La producción ganadera hasta ahora ha estado marcada por la adición de nutrientes a través de alimentos concentrados, pero el desafío actual es encontrar la combinación óptima que permita no solo una mayor eficacia, sino también una verdadera eficiencia en la conversión y utilización de los recursos.
A través del título "Ajustando la nutrición del ganado a pasto y a corral para aumentar el margen del negocio ganadero", el evento se centra en dos capítulos fundamentales.
El primero de ellos, titulado "Caracterizando la productividad y utilización de los cultivos forrajeros anuales en la UPIC", se adentra en la recría e invernada sobre pasturas sembradas, explorando cómo mejorar el conocimiento sobre la producción y utilización de estos cultivos. La introducción de variedades nuevas de raigrás y el proyecto "Cuatro estaciones en la UPIC" son ejemplos concretos de cómo se está impulsando la investigación y la innovación en este ámbito.
El segundo capítulo, bajo el título "Ajustes en el manejo nutricional en el corral de engorde", se centra en la optimización de la alimentación a corral y los ajustes nutricionales en el proceso de engorde.
La utilización de aditivos nutricionales como alternativas a la monensina y la evaluación del grano de lupino como fuente de energía son ejemplos de cómo la UPIC está explorando nuevas formas de nutrición para maximizar la eficiencia en la conversión de alimento en carne. Además, la introducción de un sistema de pesaje automático en el corral proporciona una herramienta valiosa para ajustar dietas y planificar la producción de manera más precisa.