Las dos principales ganaderías exportadoras del mundo atraviesan por una fase de recomposición de existencias ganaderas que sostiene en niveles históricamente altos los precios de la hacienda, complicando la ecuación de los procesadores, más allá de que sus precios de venta son altos dada la firmeza del mercado internacional.
En una videoconferencia organizada por el Meat International Group (MIG) en China, los expertos Simon Quilty, de Australia, y Lygia Pimentel, de la consultora brasileña Agrifatto, dieron su punto de vista sobre hasta cuándo los precios pueden seguir altos.
Quilty proyectó que el precio del ganado Angus en Australia, que promedió A$ 4,59 el kilo vivo en el primer trimestre de este año (unos US$ 3,53), se mantendrá en estos niveles en lo que resta de 2021 y que comenzará un gradual descenso a partir del segundo trimestre de 2022, el cual se acentuará hacia la segunda mitad del año próximo. Para el último trimestre de 2022 proyecta un valor medio para esta categoría de A$ 3,73 el kilo.
Pimentel, en tanto, destacó que los márgenes de la cría se mantienen en niveles históricamente altos en Brasil, lo que quita vientres de la faena, al dejarlos en el rodeo de cría. Eso mantiene recalentado el mercado del gordo. Pero también resaltó que la faena de vaquillonas creció de forma sostenida en los últimos años hasta alcanzar 11% de la faena total, por lo que se está “comprometiendo” el recambio de vientres en el rodeo de cría. En base a esto proyectó que los precios del ternero seguirán altos en 2022 y posiblemente en 2023, por lo que persistirá el aliciente para mantener los vientres en el rodeo de cría, manteniendo la faena en niveles relativamente bajos.
Pimentel proyectó que en 2021 Brasil faenará 35,4 millones de vacunos, 1 millón menos que en 2020 y la menor cantidad desde los primeros años del siglo.