La ganadería uruguaya está cerrando un año que tuvo de todo. Volatilidad al extremo, precios récord, caídas estrepitosas y un nivel de actividad muy intenso, principalmente en la primera mitad del año.
INAC presentó ayer los datos de 2022, proyectando las últimas semanas, entre los que se destaca una faena que superará los 2,4 millones de cabezas. Por más que implica un descenso del orden de 7%-9% respecto al récord de más de 2,6 millones de 2021, se trata de una faena que se ubica nítidamente por encima del promedio de los últimos años.
Esta intensa actividad industrial permitirá que se exporten unas 520 mil toneladas peso carcasa —no lejos del récord de 570 mil tons de 2021— a un valor medio que será récord, oscilando en los US$/t 5.000. Aquella aspiración que hace no muchos años parecía lejana, de exportar un volumen del orden de las 500 mil toneladas a un valor medio de US$/t 5.000 (ahí aparecen los dos 5 del título de la nota) se hizo realidad mucho antes de lo que se podía prever. La facturación del sector cárnico por ventas al exterior será de unos US$ 3.300 millones debido al aumento de los precios, una suba anual de 10%.
Otro dato destacado es la faena de animales con DICOSE de corral, que aumentó 13% y “se ubicará por encima de las 350 mil cabezas”, dijo INAC, significando “aproximadamente el 15% de la faena total”. En el caso de los novillos, 27% serán con DICOSE de corral, más de 1 de cada 4.
En lo referente a precios de la hacienda, el novillo de campo, con pago a 45 días, alcanzó un récord de US$ 5,57 el kilo carcasa en junio. INAC agregó que “el indicador RHE (relación hacienda/exportación) se ubicó en la mayor parte del año por encima del promedio histórico, observando entre marzo y setiembre valores por encima de 1, para corregir hacia el valor promedio en el mes de octubre”.
En definitiva, la ganadería uruguaya está cerrando un gran año, más allá de las estrepitosas bajas en los precios en la segunda mitad del año. Será difícil que se repita en el corto plazo.