Desde julio de 2018 las exportaciones brasileñas mensuales de carne vacuna brasileña superan la marca de 100 mil toneladas. Son 34 meses consecutivos. Hasta entonces, la secuencia anterior más larga con envíos por encima de esa cantidad se dio entre mayo de 2006 y junio de 2007, es decir, durante 14 meses. Según investigadores de Cepea, este escenario es el resultado de una fuerte demanda internacional, sobre todo de China.
En el campo, sin embargo, la producción brasileña no ha podido mantenerse al día con el aumento de la demanda de carne. El resultado fue el aumento continuo de los precios del boi gordo, de la reposición y también de la carne comercializada en el mercado interno. En julio de 2018 el valor promedio real del boi gordo (valores deflactados por el IGP-DI) fue de R$ 209, saltando a R$ 219 al final de ese año. En 2019, la @ comenzó a cotizar por encima de R$ 220 en prácticamente todo el año y en 2020 superó los R$ 300.
En los primeros cinco meses de 2021, el boi godo se vendió por alrededor de R$ 310. En B3, los contratos a futuro que vencen a finales de este año operan en alrededor de R$ 330 para el boi gordo.