Los precios de los terneros y terneras fueron muy similares desde el segundo trimestre de 2019 hasta el tercero de 2020, pero desde entonces, de forma gradual, han tendido a diferenciarse nuevamente, con la cotización de la hembra con un descuento de 7-10% respecto a los machos. Sin embargo, parece difícil que la brecha vuelva a los niveles históricos de 17%.

En el remate de mayo de Plazarural los terneros promediaron US$ 2,27 y las terneras US$ 2,12, US$ 15 centavos menos, o 7%. En el mencionado lapso de poco más de un año entre 2019 y 2020 el descuento promedio de la ternera fue de 4% respecto al valor del macho, con algunas ocasiones en las que fue igual o, incluso, mínimamente superior a la de los terneros. Eso sucedió en setiembre de 2020, cuando las terneras en Plazarural promediaron US$ 2,21 y los terneros US$ 2,20.

Era lógico que ambas cotizaciones se tendieran a diferenciar nuevamente, aunque está lejos de alcanzar la diferencia histórica que es de 17% menos. Es factible que los cambios en la ganadería uruguaya impidan que se llegue nuevamente a esa brecha. Hay ahora otra dinámica en la realización de la hembra mediante un crecimiento de la faena de vaquillonas.

Las vaquillonas terminadas a grano se han convertido en un destino interesante para las hembras. Por más que ello fue impulsado por la cuota 481 y que esta va en gradual descenso, todo indica que es una opción que llegó para quedarse. Más allá del descenso de los picos de algo más de 300 mil animales anuales faenados de esta categoría, el número se ha mantenido por encima de los 280 mil.

El acortamiento del ciclo de una porción más significativa de las hembras de una generación tiende a equiparar su cotización con la de los machos. Ese es el principal argumento por el cual difícilmente la brecha vuelva a ampliarse a los niveles históricos.