El volumen de créditos de las explotaciones ganaderas con el sistema bancario se ha mantenido relativamente estable algo por debajo de los US$ 780 millones desde el último trimestre del año pasado, en tanto que la cantidad de créditos vencidos es una baja proporción del total, aunque ha mostrado un ligero aumento desde entonces, tanto en el valor absoluto como en el porcentaje del total.

Los datos son a fines de marzo, los últimos informados por el Banco Central del Uruguay (BCU).

El complejo ganadero está invirtiendo en la producción, como lo demuestra el monto de créditos solicitados, y no está teniendo mayores inconvenientes con el pago en las condiciones acordadas. La proporción de créditos vencidos es de solo 2,8% del total, unos US$ 21,5 millones. Aunque es algo superior al mínimo de 2,3% de créditos vencidos alcanzado en agosto del año pasado, de todas formas es un dato positivo por lo bajo. Un año antes, en marzo de 2020, la morosidad de los ganaderos se ubicaba en 4,1% del total.

En la industria frigorífica la proporción de créditos vencidos es superior, aunque mostró una tendencia favorable en el último mes. A fines de febrero la morosidad alcanzaba al 5,2% del monto total de créditos con el sistema bancario; en marzo cayó a 3,8%, un total de US$ 12,9 millones de los US$ 327 en créditos a ese eslabón de la cadena.

Los créditos vencidos de la industria frigorífica tuvieron un fuerte aumento entre octubre de 2019 y fines de 2020, cuando pasaron de US$ 2 millones a US$ 17,8 millones. Desde entonces se detuvo esa tendencia de crecimiento hasta el mencionado descenso de marzo.

La tendencia asoma como auspiciosa. Es fundamental un buen estado de salud de toda la cadena cárnica, desde los criadores hasta los exportadores, para que el sector logre un desarrollo armonioso y sustentable.