Se produjo el comienzo de la corrección de los precios del gordo, por lo que los máximos de la historia, al menos por el momento, empezaron a quedar atrás en esta segunda quincena de octubre, tal como se suponía en esta columna a principios de mes.

Apareció algo más de oferta mejor terminada, en tanto que algunas plantas adelantaron faenas de la próxima ventana de la cuota 481. Además, las compras desde China para la demanda adicional de las fiestas del Año Nuevo están culminando, por lo que la expectativa es de una moderación de la demanda desde el principal importador, más allá de que el contexto sigue siendo de extrema firmeza, máxime con lo extenso de la suspensión de las exportaciones de Brasil a este destino, cosa que por el momento sigue sin resolución.

De los US$ 4,70-4,80 a que se llegó a mediados de mes, ahora se pasó a US$ 4,50-4,60, con entradas más largas e incluso algunas plantas sin pasar precio. Por lo tanto, en pocos días la corrección ha sido de relativa significación y la expectativa es que todavía no culminó.

Sin embargo, no hay mayores argumentos para suponer que se pueda ingresar en un ajuste muy significativo de las cotizaciones, siempre y cuando desde el punto de vista climático no lleguen noticias demasiado malas.

La demanda desde el mercado internacional sigue muy firme. Más allá de que quede atrás el pico de compras de China, sus necesidades seguirán siendo importantes. A su vez, sobre fin de mes o principios de noviembre comienzan a producir los equipos kosher para Israel, lo que obliga a las plantas que hacen estos contratos a contar con animales pesados —mayoría novillos, algo de vacas— para sus esquemas de faena.

Por lo tanto, la estabilidad debería retornar al mercado en 2-3 semanas, cuando comiencen las compras para las faenas posteriores a la ventana de la 481. Hasta ese momento, la industria intentará reducir los precios de compra lo máximo posible. Luego el mercado volverá a equilibrarse y retornará la firmeza.