El precio de la hacienda para faena sube de forma frenética desde hace tres semanas. Las condiciones del mercado están cambiando rápidamente y las relaciones de precio entre los países del Mercosur que prevalecieron durante los primeros ocho meses del año dejaron lugar a otras que se parecen mucho más a lo que sucedió a fines de 2019.

En la primera semana de setiembre el novillo especial de pradera, de acuerdo con las referencias de Faxcarne, cotizaba a US$ 4,25 el kilo carcasa. Esta semana su precio se ubica sobre una base de US$ 4,60 el kilo, con negocios en un amplio abanico de precios que llegan hasta US$ 4,70. La escalada es de US$ 35-40 centavos en solo tres semanas, como consecuencia de una oferta doméstica reducida y una demanda que, por el momento, no muestra ninguna intención de aflojar. Mientras tanto, el valor medio en la región cae.

Por lo tanto, se enciende una luz amarilla en las relaciones de precios regionales. Hasta agosto el precio en Uruguay, por más que había alcanzado niveles históricamente altos, estaba en equilibrio respecto a los demás países. El novillo en Uruguay comenzó 2021 con un descuento respecto al Índice Faxcarne del Novillo Mercosur (IFNM) —promedio ponderado del valor medio en la región— y fue gradualmente subiendo hasta un premio de unos US$ 40 centavos en agosto. En una perspectiva histórica, el premio de Uruguay respecto al IFNM ha sido en promedio de 31 centavos. Por lo tanto, esos 40 centavos no eran muy distintos y no generaban preocupación.

Pero los equilibrios cambiaron drásticamente en setiembre, con algunos argumentos que ayudan a explicarlo. El principal, Brasil quedó fuera del mercado de China, por lo que las plantas exportadoras de ese país redujeron significativamente su demanda y tiraron para abajo el precio del “boi gordo”. Eso se sumó a las autolimitaciones impuestas por Argentina a su corriente exportadora. Por lo tanto, era razonable que Uruguay se valorara respecto al novillo en el resto de la región.

Sin embargo, los problemas de los vecinos son coyunturales, por lo que también es de suponer que el sobreprecio de la hacienda en Uruguay ceda y vuelva a ubicarse próximo a los niveles históricos.

De hecho, Argentina anunció esta semana la flexibilización de su cepo a las exportaciones, permitiendo las ventas a China de carne procedente de vacas manufactura, que era el grueso de lo que ese país colocaba en el gigante asiático. Se supone que a partir del próximo lunes los exportadores argentinos podrán vender a China unas 20-25 mil toneladas mensuales adicionales.

A su vez, la suspensión de las ventas de Brasil a China, más allá de que se extendió mucho más de lo que se preveía, se supone que en algún momento del corriente mes quedará de lado. En el ambiente exportador se menciona como probable fecha el 15 de octubre.

Esta semana el premio del precio del novillo en Uruguay respecto al IFNM alcanzó los 85 centavos de dólar. Parece lógico suponer que esta amplia diferencia no se va a sostener en el mediano plazo. En algún momento cederá, probablemente hacia la segunda quincena de este mes.

Con el actual recalentamiento del mercado interno, parece que todavía le falta terreno para seguir conquistando nuevos máximos históricos y, seguramente, ampliando la brecha respecto al resto de la región. Pero en pocas semanas más la tendencia puede cambiar. Los precios seguirán siendo muy favorables, pero dejarán atrás los récords y tenderán a achicar la brecha respecto al Mercosur, como sucedió a partir de las primeras semanas de 2020. Brasil y Argentina subirán con la mejora en el acceso a China y Uruguay se moderará por la mayor competencia de sus vecinos en el principal país importador. El premio del novillo uruguayo respecto al promedio regional volverá a ubicarse en el eje del promedio histórico de 30-40 centavos.