Las condiciones forrajeras prácticamente ideales en buena parte del país y una demanda que mantiene el interés comprador a pesar de que se transita por plena ventana de cuota mantienen el mercado del ganado proveniente de pasturas muy firme y con precios sostenidos.

Sigue habiendo disparidad entre distintas plantas; algunas de ellas —las que están a pleno con la cuota— no tienen interés comprador por varias categorías, enfocándose en la ventana de cuota y en la compra de novillos livianos y vaquillonas para el mercado interno. Otras siguen adquiriendo novillos especiales en un eje de US$ 4,05 el kilo carcasa; por su parte, novillos gordos buenos se pagan en un eje de US$ 3,95 el kilo carcasa. En el caso de las vacas, si son pesadas, con carcasas de más de 240 kilos, pueden llegar a US$ 3,80 el kilo, en tanto que las gordas se pagan sobre una base de US$ 3,70.

Hay una intensa competencia desde los corrales de engorde por novillos formados, de 380-420 kilos, por lo que se están pagando US$ 2,15-2,20 el kilo en pie, lo que le está dando un piso próximo a los US$ 4 para los novillos a faena. Un intermediario comentó que para la ventana de cuota de fines de enero y primera quincena de febrero se están cerrando negocios a US$ 4,30-4,40 el kilo, claramente por encima de los US$ 3,90-4,10 de la ventana actual.

Estacionalmente la oferta crece, pero no llega a satisfacer las necesidades de la demanda, lo que permite que el mercado esté muy firme en un momento del año que suele ser de precios en baja. Están dadas las condiciones para agregar kilos muy baratos al ganado, a la vez que la oferta de reposición es reducida y con precios relativamente altos, lo que desincentiva la decisión de vender, siempre que no haya urgencias financieras.

La expectativa es que el mercado siga firme, con una demanda sostenida que no encuentra la oferta que pretende.