En el ámbito de la ganadería de cría, el adecuado manejo del rodeo en el último tercio de gestación es fundamental para asegurar la salud y el bienestar de las vacas y los terneros por nacer. Para comprender los aspectos esenciales de este período crítico, el Dr. Rafael Carriquiry, técnico del Instituto Plan Agropecuario (IPA) señaló algunas recomendaciones sobre la nutrición y el manejo del ganado de cría en el último tercio de gestación.

El estado corporal de las vacas en el momento del parto juega un papel fundamental en la salud y el rendimiento reproductivo del rodeo de cría. Según Carriquiry, "el principal componente de la salud de los animales viene por el estado corporal". Es esencial asegurarse de que las vacas lleguen al momento del parto en óptimas condiciones físicas para evitar posibles complicaciones y garantizar un proceso de parición exitoso.

Destacó que, si bien existe el temor de que "alimentar en exceso a las vacas antes del parto pueda generar problemas durante el mismo, en las condiciones de explotación comunes en nuestro país, esto es poco probable". Explicó que el crecimiento del feto en el último tercio de gestación no suele generar dificultades significativas en el parto, ya que las condiciones de alimentación generalmente no alcanzan niveles extremos. Por lo tanto, "es importante proporcionar una alimentación adecuada a las vacas en este período crucial, asegurando que reciban los nutrientes necesarios tanto para su propia salud como para el desarrollo del feto".

En este sentido, el técnico del IPA enfatizó en la importancia de darle "lo mejor posible de comer al animal en el último tercio de gestación". Aunque parte de la alimentación se destinará al crecimiento del feto, "el incremento en el tamaño del mismo no suele generar problemas en el parto en las condiciones pastoriles de nuestro país. Por lo tanto, es fundamental brindar una nutrición adecuada a las vacas preñadas, lo cual les permitirá mantener un buen estado corporal" y garantizar un proceso de parición exitoso.

La nutrición adecuada durante el último tercio de gestación desempeña un papel crucial en la salud de la vaca y el ternero que está por nacer. Según Carriquiry, "el calostro funciona como una vacuna prácticamente para el ternero", y su calidad está determinada por los anticuerpos presentes en la madre. La alimentación adecuada de la vaca en esta etapa contribuye a la producción de un calostro de alta calidad, lo cual brinda una inmunidad inicial esencial para el ternero.

Además, el experto enfatizó en la importancia de la vacunación antes del parto para la salud de las vacas y la inmunidad del ternero. Recomendó vacunar a las vacas contra enfermedades como Clostridium y carbunco, ya que esto disminuye el riesgo de enfermedades en las vacas y mejora la calidad del calostro que transmiten a sus crías. Señaló, además, que estas vacunas deben administrarse con anticipación antes del parto, con el tiempo suficiente para que las vacas desarrollen una respuesta inmunitaria efectiva y transmitan los anticuerpos necesarios al ternero.

"Es fundamental recordar que el ternero nace sin inmunidad y adquiere la inmunidad a través del calostro durante las primeras mamadas. Por lo tanto, la calidad del calostro está directamente relacionada con la salud y la protección del ternero en sus primeros días de vida", según Carriquiry.

Asimismo, destacó la importancia de evaluar el estado de salud de los animales en relación con enfermedades venéreas y los virus asociados. Cada establecimiento tiene riesgos específicos, por lo que es necesario tener en cuenta el manejo y las condiciones de cada lugar para diseñar un programa de control adecuado. La prevención y el diagnóstico temprano son fundamentales para minimizar la propagación de estas enfermedades y garantizar un rodeo de cría saludable.

Además, el manejo reproductivo adecuado es esencial para optimizar la eficiencia reproductiva del rodeo. Esto implica considerar aspectos como el manejo de la monta, la selección de toros y el monitoreo de la detección de celo en las vacas. Carriquiry resalta la importancia de implementar un programa de control y seguimiento de la reproducción, asegurándose de que los animales sean manejados de manera adecuada y oportuna para maximizar la tasa de preñez y lograr una parición exitosa.