“El mercado del gordo tuvo un parate. La industria ya había dado muestras de alguna manera de frenar la suba de los precios y hoy está pagando 10-20 centavos por debajo por los animales de punta”, dijo el operador Carlos de Freitas. El intermediario indicó que de los US$ 3,80 por kg carcasa que se llegaron a pagar por los novillos especiales se pasó a un escalón de US$ 3,60, que ahora hay que ver si la oferta lo convalida. En el caso de la vaca, había algo más de interés por parte de la demanda con una referencia que se movía sobre un eje de US$ 3,20-3,30 por kg a la carne.
El director de Carlos de Freitas & Cía consideró que resta esperar dónde quedará el equilibrio en los valores. “Estamos en un momento bisagra, habrá que esperar si la oferta convalida los nuevos valores”, indicó. A su juicio, la industria ya dio muestras de que no está dispuesta a pagar más y que si no lo consigue reducirá el ritmo de faena, “como lo dejó a entrever algún industrial”, o intensificará los negocios propios para faenar con animales de corral como lo ha hecho en el pasado.
El consignatario comentó que desde el punto de vista forrajero el productor sigue en una situación “muy cómoda” por lo que aprovecha todo el exceso de pasto para sumar la mayor cantidad de kilos. Lo mismo ocurre con la reposición. “Hoy a los campos le cabe el doble de ganado”, aseguró. El operador manejó referencias de US$ 2,80 para negocios particulares de terneros de buena calidad de 170 kg, y de US$ 1,53 para la vaca de invernada.
“Mientras el tiempo siga ayudando, los invernadores tienen su defensa en meterle más kilos a sus ganados, porque están frente a una reposición cara. Por otro lado, el criador también aprovecha el pasto para meterle más kilos a sus terneros”, resumió De Freitas.
En el caso de la exportación en pie, si bien se muestra “algo más activa, todavía no está convalidando los nuevos valores que ha marcado el mercado para los terneros en los últimos 10 días”.