En entrevista con La Lechera, la tesorera de Proleco, María Aristegui, habló sobre cómo viene la operativa en las distintas líneas de la institución. La cooperativa de ahorro y crédito de capitalización de productores de Conaprole tuvo un crecimiento significativo en su cartera durante el último ejercicio cerrado el 30 de junio.
¿Cómo se está comportando hoy la demanda de crédito por parte de los socios de Proleco?
Ahora estamos notando un incremento en las colocaciones que acompaña la recuperación de la remisión de leche. Además, se está viendo una baja en las solicitudes por capital de giro, que era lo que estaba predominando, y comenzando a crecer los pedidos para inversiones diversas.
¿Y qué opciones se están tomando?
En muchos casos se están aprovechando las líneas con tasas de interés subsidiadas de ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo), que siguen vigentes. En lo que va de este año se llevan colocados créditos por casi US$ 1 millón en estas líneas, lo que significa un ahorro muy importante para el productor.
¿Para qué se pueden utilizar esos créditos y qué condiciones tienen?
Continúa vigente la línea de Adecuación Tecnológica, que incluye inversiones en equipamiento y deben incluir tecnología digital, además de generar un aumento de productividad. También está la línea de Impacto Ambiental Positivo, que incluye inversiones para aguas, efluentes, tanques de frío, entre otros. Y también sigue vigente la línea de Eventos Meteorológicos Adversos, que cubre daños ocasionados por excesos de lluvias y tormentas, vigente desde marzo de este año. Y hay un producto nuevo que es la línea de Inversiones Sostenibles para la agricultura familiar. Son inversiones similares a las de Impacto Ambiental Positivo, pero se pide el requisito de que hay que estar inscripto como productor familiar. Las condiciones generales son hasta 48 meses tanto en dólares como unidades indexadas (UI), con un tope de US$ 20 mil o de 200 mil UI. La tasa en ambas monedas es del 2% y, por ahora, siguen vigentes hasta el 31 de octubre, aunque son líneas que se han ido renovando por parte de ANDE.
También trabajan en un producto junto al banco Santander.
Es otro producto que está vigente desde fines de 2023 y que se ha trabajado muy bien. Esa línea de capital de giro especial con Santander permite créditos de libre disponibilidad y fue muy bien valorada por parte de los productores, porque se aplicó con la sequía y luego con la fuerte baja que tuvo el precio de la leche. En este caso son plazos de repago de hasta 3 años con una tasa competitiva para el mercado (actualmente 6,9% anual en dólares), que estará vigente hasta noviembre. Lo requisitos para su trámite son simples y se han amparado muchos productores por un monto superior a los US$ 5,5 millones desde su lanzamiento. El productor solo tiene que abrir una cuenta en el banco, después todo el trámite y la gestión del crédito se hace a través de Proleco.
¿Cómo son los tiempos en Proleco para aprobar créditos? ¿La morosidad tuvo algún movimiento en estos meses complicados para el productor?
Depende mucho del caso. Hay productores que les resulta muy ágil. A veces hay que hacer alguna corrección mínima a los proyectos o se da alguna demora puntual en la entrega de alguna documentación requerida. En general, se ha logrado dar respuestas rápidas.
Por otro lado, la morosidad se ha mantenido constante, en bajos niveles. Eso creo que es trabajo del riguroso análisis que se hace por la buena información que se maneja en Proleco.
¿A cuántos productos atiende hoy Proleco?
Tenemos unos 900 productores activos, aproximadamente.
Otro beneficio que sigue creciendo y por el cual se han sumado más productores en los últimos meses es el servicio de venta de ganado a través de Prolesa con cobro contado a través de Proleco. Hoy tenemos más de 120 productores operando con más de US$ 3 millones operados. Es un trámite muy ágil, se cobra al día siguiente, y el productor se hace de un contado más beneficioso que si lo hiciera directamente con el frigorífico.
¿La asamblea está prevista para octubre?
Exacto. Ahí vamos a presentar los resultados del último año de gestión. El 30 de junio cerramos el último ejercicio, con una cartera de créditos que continuó creciendo, con líneas vigentes por aproximadamente US$ 9,5 millones, a lo que se suma toda la cartera de Santander y FFIEL, lo que hace un total de unos US$ 28 millones de cartera administrada. El objetivo siempre es diseñar diferentes productos destinados a generar herramientas que puedan solucionar los problemas y demandas de los socios de la cooperativa.