Las condiciones de la economía de China no son lo que se esperaba. Su evolución es mucho más floja de lo que se suponía durante el primer trimestre del año, cuando la evolución de los principales indicadores insinuaba un sendero de recuperación mucho más acentuado.
En el caso de la carne vacuna, la reacción de los exportadores ante esta evolución renga de la demanda podría ser la de no presionar al mercado, de manera de no agregarle leña al fuego. Sin embargo, de acuerdo con los registros de exportación de varios de los principales proveedores, está sucediendo todo lo contrario.
En mayo Brasil exportó 111 mil toneladas de carne vacuna congelada a China, el mayor volumen mensual desde los récords de ago-oct de 2022 y 70 mil toneladas por encima de las magras 41 mil toneladas de abril. De alguna manera, los exportadores brasileños se pusieron a tiro luego del hueco generado por la suspensión de las exportaciones por cuatro semanas como consecuencia del último caso atípico de vaca loca dado a conocer el 23 de febrero pasado.
Pero las exportaciones brasileñas siguen a gran ritmo. En la primera quincena de junio embarcó a todos los destinos 114,5 mil toneladas, por lo que el mes podría estar acumulando cerca de 200 mil toneladas. Es un hecho que más de la mitad de ese volumen se dirige a China.
Pero no es solo Brasil. Ayer se dieron a conocer los datos de exportaciones de Argentina en mayo. El Indec dijo que, de las 65 mil toneladas exportadas, se vendieron a China 54.800 toneladas. Es un máximo histórico de las exportaciones argentinas a su principal destino, motivado por la intensa sequía que determinó una salida muy importante de vacas manufactura (denominadas “vacas chinas”, porque es su destino exclusivo) de los campos.
Como si esto fuera poco, los países de Oceanía embarcaron a China 40 mil toneladas en mayo, el mayor volumen mensual en tres años, desde mayo de 2020.
En este contexto de pobre demanda y creciente oferta, no es de extrañar que el mercado chino evolucione con precios presionados a la baja. Los importadores aducen que tienen elevados stocks del producto comprados caro y están aprovechando los relativamente bajos precios actuales para hacer promedio.