Los altos stocks de carne vacuna y las dificultades por las que atraviesa la economía de China no impidieron que los importadores aprovecharan la baja en los precios de sus principales proveedores. Tal como se podía prever considerando los volúmenes exportados fundamentalmente desde Brasil y Argentina en mayo y junio, a lo que se sumaron los embarques que habían quedado pendientes de ingresar desde Brasil en meses anteriores, se alcanzó un volumen récord de exportación en julio que, de acuerdo con cifras divulgadas en las últimas horas, fue de 290 mil toneladas. El volumen supera al récord de agosto de 2022 que había sido de 278 mil toneladas.

Considerando las proyecciones de importación china de carne bovina realizadas por el USDA para 2023, de 3,5 millones de toneladas carcasa, y la proporción de los embarques de carne con hueso y desosada, los requerimientos mensuales para cubrir esas necesidades son de unas 227 mil toneladas, por lo que lo ingresado en julio supera en más de 60 mil toneladas ese volumen.