Por Rafael Tardáguila, desde Shanghái
La feria del SIAL en Shanghái —que se realizó entre el jueves 18 y el sábado 20 de mayo— confirmó el terrible daño que le hizo a la economía de China la política de cero Covid que se extendió por tres años en este país y que determinó un cimbronazo tal en la economía que hará que su recuperación sea mucho más lenta de lo que se confiaba iba a ser.
Es claramente visible el menor movimiento y actividad que hay en esta que es la principal ciudad del país, con más de 24 millones de habitantes. Para quienes tuvimos la posibilidad de estar en esta ciudad en ediciones prepandemia de la feria, es notoria la menor cantidad de gente y movimiento en las calles. Es que muchos perdieron su trabajo por un período de tiempo demasiado extenso; quienes habían llegado a trabajar desde ciudades del interior se volvieron a su localidad de origen y, en la medida que muchos comercios siguen sin abrir sus puertas, todavía no volvieron. Otros, todavía temerosos tras escuchar un discurso tremendista durante tres años de los peligros de salir a la calle y sociabilizar, tienden a quedarse en sus casas.
Esta menor actividad se refleja en índices de confianza a nivel de los consumidores que todavía están muy por debajo de los niveles prepandemia. Y esto se está reflejando en la demanda por productos importados como la carne. Los importadores aseguran que los stocks son muy altos, por lo que no hay necesidad de comprar abultados volúmenes y presionan los precios a la baja. En ese intento, encuentran a un Brasil con una oferta exportable creciente, fruto de su mayor producción y de un mercado interno que no tracciona.
La coyuntura, por lo tanto, es complicada por esta actitud cautelosa de la demanda. Pero, con el desmantelamiento de la política de cero covid, es indefectible que la economía china transite por la senda de la recuperación.
¿Cuánto demorará en recuperarse? Esa es la gran pregunta. Hay quienes consideran que en un par de meses los engranajes comenzarán nuevamente a moverse más ágilmente, otros suponen que la actual situación se extenderá por todo 2023. Pero lo que parece claro es que la senda será de recuperación, porque el principal factor que derrumbó la actividad fue dejado de lado. A ojos vista se confirma lo terriblemente equivocada que fue la política de cero covid implementada por las autoridades sanitarias chinas.