El presidente de Rusia, Vladimir Putin, volvió a hacer hincapié en la prohibición de exportación que quiere imponer sobre materiales de bajo valor agregado y madera rolliza y el combate al trafico ilegal de madera. De acuerdo con las palabras del primer mandatario, lo que se busca con este abanico de medidas es estimular la industria maderera rusa, lo cual se verá complementado con un sistema de subsidios y préstamos a los empresarios que decidan recorrer ese camino.
Si efectivamente se imponen las prohibiciones que el gobierno quiere introducir, uno de los principales exportadores de madera de coníferas quedará relegado de forma radical en el mundo.
Pero esto, además, afectaría a uno de los principales compradores del país comandado por Putin, China; el gigante asiático explica 70-75% de las exportaciones de madera rusa en el último año. En promedio, China compra entre 10 y 12 millones de metros cúbicos de madera softwood y hardwood.