La economía de Estados Unidos se contrajo 4,8% anual en el primer trimestre del año, la primera caída en seis años y la más pronunciada desde la crisis financiera de 2008, de acuerdo con información del gobierno estadounidense.
El dato superó lo que preveían los analistas, que esperaban, en promedio, una baja de 4% anual. Las ventas minoristas se desplomaron 8,7% en marzo, la mayor contracción desde que se comenzó a seguir esta serie en 1992. Además, dado que el cierre de actividades para contener el avance del coronavirus recién se hizo más fuerte a mediados de mes, la expectativa es que el dato de abril sea peor.
Para atemperar la crisis, el Congreso aprobó un paquete de estímulo por US$ 2,2 billones por el cual se amplían los beneficios a los desempleados, además de US$ 349 mil millones para rescatar a pequeñas empresas, monto que esta semana fue elevado en US$ 310 mil millones adicionales. A su vez, la Reserva Federal también está tomando resoluciones que ayuden a apuntalar la economía.
La expectativa es que todos estos paquetes de medidas permitan un rebote en la actividad económica en el segundo semestre del año. Esto sería fundamental en las aspiraciones del presidente Trump de ser reelecto en las próximas elecciones.