El aumento global del PBI para este año es ahora proyectado en 5,6% por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), más de un punto porcentual por encima de la proyección de diciembre, dijo la organización en las nuevas expectativas dadas a conocer ayer. Agrega que la producción mundial se espera que alcance los niveles pre-pandemia a mediados de 2021, pero que ello dependerá de la carrera entre las vacunas y la emergencia de nuevas variantes del coronavirus.
Las expectativas mejoraron en los últimos meses, con señales de un rebote en el comercio de bienes y en la producción industrial que ahora aparecen más claros que sobre fines de 2020. La OCDE proyecta que el PBI de China crecerá 7,8% en 2021 y 4,9% en 2022, en tanto que en el caso de Estados Unidos el aumento sería de 6,5% este año y 4,0% el próximo.
Dice que la actividad en muchos sectores pegó un salto y que se adaptó parcialmente a las restricciones generadas por la pandemia. La vacunación, aunque despareja, está avanzando y los estímulos de los gobiernos, particularmente en el caso de Estados Unidos, probablemente impulsen fuertemente al alza la actividad económica. Pero las expectativas de un crecimiento sustentable varían entre países y sectores. Una vacunación rápida y efectiva en todo el mundo es crítica.
La vacunación global crece de forma despareja, con restricciones en algunos países y sectores, dice la OCDE. Las expectativas de crecimiento mejorarían (escenario alcista) si se acelera la producción y distribución de dosis, se coordinase mejor en todo el mundo y avanza a paso más rápido que las mutaciones del virus. Esto permitiría que las medidas restrictivas al movimiento se levanten antes. En cambio, los gastos del consumidor y la confianza se verían afectadas (escenario bajista) si los programas de vacunación no avanzan lo suficientemente rápido como para frenar el ritmo de infección o si nuevas variantes del virus se diseminan de forma veloz y obligan a realizar cambios en las vacunas.