McDonald's sufrió una filtración de datos en EEUU, Corea del Sur y Taiwán. La cadena de hamburguesas dijo que los piratas informáticos se infiltraron y robaron datos de sus sistemas, pero no se violaron los datos de los clientes estadounidenses. Sin embargo, los clientes de reparto y algunos empleados en Corea del Sur y Taiwán tenían datos personales expuestos, incluidos sus correos electrónicos, números de teléfono y direcciones.
La violación, reportada por primera vez por el Wall Street Journal, no pareció exponer información crítica para los locales estadounidenses. Entre los datos a los que accedieron los hackers se encontraba la información de contacto comercial de los empleados y franquiciados de EEUU e información de restaurantes, incluida la capacidad de asientos y los metros cuadrados de las áreas de juego. McDonald's indicó que no se trató de un secuestro de datos como los experimentados últimamente por otras empresas (como JBS), y no tendría ningún impacto en las operaciones diarias de sus restaurantes.