El índice de precios de los alimentos de la FAO bajó por segundo mes consecutivo en mayo, aunque se mantiene en niveles históricamente altos. El índice promedió 157,4 puntos, 0,9 puntos (0,6%) menos que en abril, aunque 22,8% por encima del valor registrado en el mismo mes del año pasado.
El descenso de mayo obedeció a una disminución de los índices de precios de los aceites vegetales, los productos lácteos y, en menor proporción, el azúcar, en tanto que los cereales y la carne aumentaron.
El índice de precios de los cereales de la FAO registró en mayo un promedio de 173,4 puntos, esto es, 3,7 puntos (un 2,2 %) más que en abril y 39,7 puntos (un 29,7 %) por encima de su nivel de mayo de 2021. Los precios internacionales del trigo subieron por cuarto mes consecutivo, con un aumento del 5,6 % en mayo, hasta ubicarse en promedio un 56,2 % por encima de su valor del año pasado y apenas un 11 % por debajo del récord alcanzado en marzo de 2008. La acusada subida de los precios del trigo fue consecuencia de la prohibición de las exportaciones anunciada por la India unida a la preocupación por la situación de los cultivos en varios de los principales países exportadores, así como a las perspectivas de disminución de la producción en Ucrania a causa de la guerra. Por el contrario, los precios internacionales de los cereales secundarios disminuyeron un 2,1 % en mayo.
El índice de precios de los aceites vegetales se situó en un promedio de 229,3 puntos en mayo, lo que supone una disminución intermensual de 8,3 puntos (un 3,5 %), aunque se mantuvo marcadamente por encima de su nivel de hace un año. La disminución mensual obedece principalmente a la bajada de los precios de los aceites de palma, girasol, soja y colza. La supresión de la breve prohibición de las exportaciones de aceite de palma en Indonesia ejerció una presión adicional a la baja sobre los precios, aunque la persistente incertidumbre acerca de las perspectivas de exportación del país contuvo un mayor descenso.
El índice de precios de los productos lácteos registró un promedio de 141,6 puntos, es decir, 5,1 puntos (un 3,5 %) menos que en abril, lo que representa la primera disminución tras ocho meses consecutivos de aumentos, pese a lo cual aún se encuentra 20,5 puntos (un 16,9 %) por encima de su nivel de mayo del año pasado. Cayeron los precios mundiales de todos los productos lácteos, siendo los de la leche en polvo los que más disminuyeron, como resultado de un menor interés de compra por la incertidumbre del mercado derivada de la prolongación del confinamiento en China, pese a la persistente escasez de la oferta mundial.
El índice de precios de la carne se situó en un promedio de 122,0 puntos en mayo, con un aumento de 0,6 puntos (un 0,5 %) respecto de abril, con lo que marcó un nuevo máximo histórico, impulsado por la acusada subida de los precios mundiales de la carne de aves de corral, que contrarrestó con creces la disminución de los valores de las carnes de porcino y ovino. Por otra parte, los precios internacionales de la carne de bovino se mantuvieron estables, ya que los mayores suministros procedentes del Brasil y Oceanía fueron suficientes para satisfacer una demanda mundial persistentemente elevada.