El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Fernando Mattos, señaló desde la Rural del Prado que, en materia de políticas de riego, “faltan otras patas importantes en una construcción coordinada de una política que lógicamente vamos a dejar el trabajo hecho, hacia la próxima administración”.
Aclaró que esto “no quiere decir que no hayamos hecho nada y sí avanzar en ese aspecto de la coordinación para que claramente tengamos una política de gestión de los recursos hídricos, que a nuestro entender es la gran política para dar el salto productivo hacia el futuro y adaptarnos también a los riesgos mayores y crecientes de un cambio climático que nos expone reiteradamente a los faltantes de agua por las reiteradas sequías”.
El secretario de Estado sostuvo que “ya lo vivimos en forma muy impactante en la sequía que terminó sobre fin del año pasado, pero que le costó mucho al Uruguay. Todavía venimos cargando una mochila pesada de ese impacto productivo que generó la sequía y para lo cual claramente no estábamos suficientemente preparados”.
Para Mattos, regar implica “inversión, capacitación, conocer la técnica. Se requiere más respuestas de la investigación también. No tenemos tampoco tanto personal técnico capacitado como para que a nivel de campo tengamos el seguimiento y la aplicación de la tecnología”.
Reconoció que también “tenemos otras trabas, como son muchas actividades, sea ganadera, o la lechería, o la propia agricultura, que maneja mucho campo en régimen de arrendamiento. Entonces, hacer una inversión en un campo arrendado tiene su limitación”. Y acotó que además “tenemos la pequeña escala del productor, que también se ve como una restricción, o no tiene los estímulos suficientes para poder invertir, en función de que básicamente los estímulos existentes hoy están en la Comisión de Promoción de la Inversión (Comap) y donde claramente allí todos aquellos que tributan impuesto a la renta, tienen un mayor estímulo”.
2% del área productiva
Aunque Mattos entiende que no es suficiente el estímulo actual, expresó que “éste período de gobierno va a incorporar cerca de 24.000 hectáreas de sistemas de riego, casi todos bajo secano, para soja, maíz, y otros cultivos, y eso va a duplicar el volumen de inversiones o de áreas bajo inversión de riego del período anterior, pero es totalmente insuficiente, porque si sumamos las cerca de 70.000 hectáreas que tenemos de sistemas de riego, más el área arrocera, que son cerca de 200.000, más la caña de azúcar que en el norte es en torno de 260.000 a 250.000 hectáreas bajo sistema de riego, es menos del 2% del área productiva del país”.
Sostiene que “claramente tenemos que tener otros estímulos, para lo cual estamos generando esta comisión de coordinación para generar las propuestas, para que la próxima administración ya lo tenga en el orden de prioridad y no tenga que transcurrir buena parte del tiempo de la administración para tomar la decisión”.
El secretario de Estado explicó que “hay que discutir el instrumento, pero lo suficientemente. Recientemente estamos instalando este tema con todos los sectores políticos para que tengamos una priorización en el próximo período, porque no va a tener perdón si tenemos una próxima sequía y nos encuentre tan mal preparados como nos encontró el anterior ministro”.
Ponerse de acuerdo
Consultado sobre una ley de riego que fue aprobada en la administración anterior, que fue aprobada y quedó para reglamentarse en este período. Mattos dijo que” no es el impedimento en la mayor parte de la ley, sin perjuicio que hay algunos temas que hay que ponerse de acuerdo. Todavía hay posiciones contrapuestas, no hay unanimidad, por eso estamos generando esta comisión”.
En el caso del Ministerio de Ambiente “se discute todavía la validez de lo que son los caudales ambientales. Este es el factor fundamental que queda reglamentar. Los caudales ambientales determinan si puedo interrumpir una cuenca represándola. ¿Qué pasa? Cuál es el volumen de agua que tengo que dejar pasar para que la biodiversidad no sea perjudicada aguas abajo, eso es, en definitiva, la discusión. Y para eso tenemos que tener parámetros científicos, parámetros técnicos, para justamente tomar esas definiciones”.
“No es fácil porque todo el tema ambiental ustedes saben que tiene una relevancia importante. Hay otro ministerio que también opina sobre la materia, pero creo que, en estas diferencias, podemos llegar a consensos, es fundamental que la ciencia determine cuál es el factor fundamental”. Si hay “una concepción extremista que dice no se puede represar agua en el Uruguay, estamos renunciando a la mayor posibilidad que tenemos, porque acá en el Uruguay llueve en forma irregular, por lo que tenemos que almacenar cuando hay excedente para poder aprovecharlo cuando hay faltante”.