Producir alimentos más sanos, nutritivos e inocuos con prácticas agrícolas sustentables, hacer un uso eficiente de los recursos naturales para avanzar hacia sistemas agroalimentarios sostenibles y aprovechar el potencial de la bioeconomía en la región son acciones que debe emprender el agro de América Latina y el Caribe (ALC) en el escenario post Covid-19.
Así lo plantearon Guillermo Valles, ex director de Comercio Internacional de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) y Ricardo Abramovay, economista y profesor de la Facultad de Economía, Negocios y Contabilidad de la Universidad de São Paulo (USP), en un seminario web organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Los reconocidos especialistas analizaron el desarrollo sostenible, la agricultura y la alimentación en el nuevo contexto internacional, así como el posicionamiento del sector agroalimentario tras la crisis sanitaria. El webinar se transmitió desde la nueva Sala Virtual de Videoconferencias del IICA y por las redes sociales. Está disponible en www.iica.int y en Youtube.
“Tenemos que repensar lo que comemos y cómo lo producimos. El sistema agroalimentario global ofrece hoy a la sociedad productos que uno tendría dificultad en caracterizarlos como alimento, y esto trae consecuencias desastrosas para la salud pública. Es una dimensión crucial cotidiana de la relación entre sociedad y naturaleza que la pandemia nos obliga a repensar”, explicó Abramovay.
Como parte de la conexión necesaria entre la salud y la agricultura, que cobrará un papel aún más importante en el escenario post Covid-19, Guillermo Valles destacó que será necesario “revisar el concepto actual de seguridad alimentaria que habla del acceso a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos”, debido a que ahora se dará más énfasis a estas dos últimas características y a las formas de producción.
“Si queremos mantener una producción intensificada de alimentos como la que necesitamos, pero sostenible, no podemos pensar en sistemas autosuficientes, vamos a tener que depender de un comercio más sostenible y de una conceptualización de nuestra producción más sostenible”, agregó.
Ambos especialistas coincidieron en que los sistemas agroalimentarios de la región tendrán que basarse en ciencia propia para medir adecuadamente los estándares de sostenibilidad, como la mitigación en la emisión de gases de efecto invernadero.
Fueron claros también en que habrá un antes y un después del Covid-19 y que los sistemas agroalimentarios afrontarán un contexto con incertidumbre política, modelos nuevos de gobernanza y recesión económica. En este entorno, la cooperación internacional será fundamental.
Recalcaron que es imperante aprovechar el potencial de la bioeconomía en la región para contribuir en la recuperación de los sistemas agroalimentarios y las economías de los países del hemisferio.