Lo que estaba previsto en el mercado de los granos comenzó a pasar en estos últimos días. El aumento de precios de las últimas dos semanas, principalmente en la soja que superó los US$ 600, está perdiendo peso, y si bien las cotizaciones sigue siendo extremadamente altas, se espera que haya un leve rebote en estas semanas.
Según publicó el periodista especialista en economía, Nicolás Lussich en Rurales El País, las proyecciones del USDA, donde por ejemplo aumenta la expectativa de producción de soja en Brasil a 144 millones de tonaleadas, además de los aumentos en las estimaciones de Argentina y Estados Unidos, son uno de los factores incidentes en este escenario. También para el maíz, agrega una producción de 20 millones de toneladas en Estados Unidos, lo que reafirma la baja aún más.
“El freno en la suba de precios también podría estar incorporando algunas variables del panorama financiero global. La inflación en EEUU saltó por encima del 4% anual, en el año móvil a abril, un máximo en varios años. Si bien es un dato puntual, la probabilidad de mayor inflación en dicho país levaría -de confirmarse- a un posible aumento de la tasa de interés, con el consiguiente fortalecimiento del dólar y reducción de los precios internacionales en dicha moneda.” Señala el artículo.
Otro aspecto son las proyecciones climáticas, que marcan mejores escenarios para la producción mundial, abren también expectativas importantes para el sector, principalmente para la nueva campaña de Estados Unidos. Este fue uno de los principales factores alcistas por la sequía en la región durante la primavera y el verano, y podría tener un efecto similar pero a la inversa en los próximos meses.
En grandes rasgos, a soja estuvo oscilando en la rueda de viernes en Chicago, llegando al tope de US$ 608, pero cerrando en US$ 595 por tonelada.
Con este escenario, solo resta esperar el comportamiento del mercado durante esta semana.