Una nueva campaña de la oleaginosa más difundida en el país está por comenzar y por lo tanto debemos planificar anticipadamente nuestra siembra, en un contexto donde intervienen numerosas variables, combinación de factores y circunstancias que caracterizan a este año en particular.
Ante un panorama incierto en cuanto a control de malezas, plagas, enfermedades y pronóstico de lluvias, es necesario estar preparados antes de "entrar a la cancha al menos desde el banco”, es decir desde el “banco genético” de los cultivares a elegir.
Es por ello que desde “Santa Rosa Semillas”, un criadero con más de 30 años de experiencia en el mercado local y externo, queremos comentarles sobre el gran desarrollo y posicionamiento de nuestros materiales.
Teniendo en cuenta que se avecina una campaña “pseudo-niña” en gran parte del país, en donde los cultivos sufrirán cierto estrés en determinados momentos, es en este escenario donde las variedades de soja Santa Rosa se hacen “realmente fuertes”. Es decir, contamos con un germoplasma con característica de “gran rusticidad” en los materiales y eso quedó bien expresado en campañas anteriores donde prevalecieron condiciones de alto estrés hídrico y térmico en las cuales se obtuvieron a pesar de ello, muy buena “productividad, calidad de semilla y de grano” con nuestras variedades.
En cuanto a morfología de los materiales contamos con algunas variedades de “hoja lanceolada” las cuales tienen dos grandes atributos: su mayor eficiencia para captar el recurso luz y un canopeo que mejora la calidad de las aplicaciones, además la hoja lanceolada está muy asociada a rusticidad y a la presencia de vainas con cuatro y hasta cinco granos.
Si hablamos de tecnologías disponemos de materiales con “tolerancia a sulfonilureas”, lo cual nos da plasticidad en el manejo de herbicidas de pre y post emergencia. También contamos con materiales “IPRO”, el cual nos asegura un buen control frente a numerosos lepidópteros.
Fuente Clarín