El fenómeno climático de La Niña, que provoca lluvias por debajo de lo normal, podría ser menos intenso de lo esperado para la campaña agrícola 2024/2025. Según el último informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), aunque la probabilidad de que La Niña ocurra sigue siendo alta (79%), los pronósticos muestran que el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico, característico de este fenómeno, está siendo más débil de lo previsto.
“Ante la posibilidad de una primavera y verano bajo la influencia de La Niña, se magnifica la expectativa por lluvias invernales suficientes como para encarar la campaña con reservas profundas bien recargadas”, señaló el informe. Sin embargo, las lluvias de invierno hasta el momento han sido de normales a escasas, generando preocupación por el lento decaimiento de las reservas de agua en las últimas semanas.
Analizando los pronósticos del International Research Institute for Climate and Society (IRI), que consolida modelos internacionales de predicción de El Niño / La Niña, se observó que “la probabilidad de ocurrencia de La Niña se ve un poco disminuida en el pronóstico de julio, aunque se mantiene en niveles altos (79%)”.
Al observar la evolución de la probabilidad de La Niña para el trimestre de noviembre y diciembre de 2024 y enero de 2025, se puede ver que en los cuatro últimos pronósticos la probabilidad se ha mantenido muy alta, lo que sugiere que es muy probable que La Niña tenga lugar. En rigor, en abril de 2024 era del 85%, en mayo del 87%, en junio del 85% y en julio del 79%.
En cuanto a la intensidad del fenómeno, el informe indicó que “en estos cuatro últimos pronósticos siempre se consideró que la intensidad de La Niña 2024-2025 sería débil”.
Analizando la evolución de la intensidad del enfriamiento de la superficie del mar asociado con La Niña para el mismo trimestre, se registró que en el pronóstico de abril pasado el enfriamiento más significativo previsto era de -0.93°C, ligeramente por debajo del umbral de -1°C, necesario para ser considerado un evento moderado. No obstante, en los pronósticos sucesivos, la intensidad del enfriamiento previsto ha disminuido. En el último pronóstico de julio la intensidad prevista es de apenas -0.52°C, lo que apenas podría clasificarse como La Niña.
Estas proyecciones generan tanto expectativas como preocupaciones en el sector agrícola, que espera condiciones climáticas favorables para una campaña exitosa. Esto se da en un contexto en el que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió una alerta en X en donde aseguraba: “La sequía se expande en Argentina”. Indicó que “en los últimos tres meses, debido a la falta de lluvia, se agravó la situación en la zona núcleo”. Fuente: La Nación